Al principio del infarto la onda T puede estar prolongada, aumentada de magnitud y ser positiva o negativa. Esto se sigue de una elevación del segmento ST en las derivaciones que encaran el área dañada, pudiendo apreciarse una depresión recíproca en las derivaciones opuestas. La onda T positiva puede presentar una negatividad final aunque el segmento ST esté supradesnivelado. La onda Q puede registrarse en el primer ECG o no aparecer hasta que hayan pasado unas horas y quizás días.
Infarto agudo de miocardio anterior (29-11-88). Cuando el segmento ST vuelve a la línea de base las ondas T devienen negativas y simétricas. El tiempo de aparición y la magnitud de estos cambios varía de un enfermo a otro.
Mismo caso (9-1-89). En muchos casos lo único que persiste finalmente es la presencia de ondas Q sin alteraciones de la repolarización.
Mismo caso (22-10-91). (Lesión subendocárdica) anterior ---------- índice ---------- siguiente (Infarto crónico)